domingo, 30 de noviembre de 2014

Después de la tormenta siempre ... sale el sol

Cuando empecé a comentar la idea que me rondaba la cabeza de crear un blog, la gente se sorprendía inicialmente y después me decía: ¿un blog para contar tus carreras y tu progresión deportiva? ... Entonces el que se sorprendía era yo y pensaba: ¿mis carreras? ...¿para qué? ¿a quien le puede importar eso?

El 'crecimiento' deportivo, para mi, es algo secundario o terciario. El running es simplemente una afición como otras muchas que, en mi caso, ha ido a la par de un crecimiento personal importante. La parte deportiva ha sido un reflejo de la otra parte, de la personal, de la humana ... de la que sí tiene importancia. Bajar un minuto o dos tu 'marca' no importa, lo que importa es que tengas ganas de bajarla diez y que te esfuerces por ello, incluso aunque no lo consigas.

'Querer es poder' y yo me empeñé tanto en cambiar de vida que he podido. Disfrutar de lo que haces, rodearte de gente que te aporta cosas positivas y sentirte bien contigo mismo, te ayuda a tener la ilusión necesaria para conseguir todo aquello que te propongas, porque al final es casi todo cuestión de 'coco' y corres más con la mente que con las piernas.

Cada uno en la vida se va marcando unos objetivos, en el terreno que sea y del tipo que sea (correr un maratón, conseguir un trabajo mejor, superar una enfermedad, llevar a la mejor universidad a sus hijos...), para alimentar la ilusión por mejorar, por progresar, por esforzarse ... en definitiva por vivir.

Supongo que después de contar la historia de mi cambio de vida, terminaré contando en otro blog deportivo mis carreras, mis pájaras y mis aventuras, pero en este lo que quiero compartir es solo mi experiencia y mi manera de afrontar una 'adversidad' de la vida, una de las tantas que se dan día a día y que quien lo lea tome prestado, o no, alguno de los consejos o puntos de vista de mi vivencia.

Dicho todo eso, prosigo con la historia: 'Año nuevo, vida nueva'.

Una vez superados mis miedos y mis tonterías, a principios de 2013 continué reforzando la integración con mis nuevos amigos y dando los últimos 'pasos' para ello.

Se organizó una 'expedición' del gimnasio a los Carnavales de la Fueva, de los que me habían hablado muy bien, pero nunca había ido. Esta vez, ya iba a ir a algo con gente de la que conocía el nombre casi de la mitad ... íbamos mejorando, pero tampoco las tenía todas y por eso subí con mi coche, por si no estaba a gusto, por si esto o por si lo otro,
La verdad que me lo pase en grande, me reí de la ostia, me puse como un piojo y me sirvió para conocer a más gente del grupo y para estrechar el vínculo de manera definitiva con los ya conocidos. Era un disfraz grupal con la temática del 'Circo', en la que no faltaban ni el presentador, ni la domadora de leones, ni el mago, ni el conejo, ni el hombre forzudo, ni el hombre bala, ni la mujer barbuda y, por supuesto, había mucho 'payasos' y hubo muchas payasadas.
Son unos carnavales que se celebran de día, en el que la gente se va desplazando en caravana de pueblo en pueblo, con la charanga por medio, con algo de comer (longaniza, rosquillas...) en cada pueblo, con unas vistas de la montaña espectaculares y un ambiente increíble. Os los recomiendo!

Me encantan los 'contrastes' y me encanta la gente que un 'finde' corre una maratón y el siguiente sale de fiesta hasta que salga el sol. Lo cortes no quita lo valiente...

Poco después, el monitor de Running organizó otra expedición que en este caso era para ir a correr por la nieve. Dicho así puede parecer algo rollo sanote y deportivo, pero la realidad no fue esa. Subimos al menos una docena de 'runeros' al albergue de montaña de Benasque, para alojarnos en habitaciones con literas a compartir entre 6 u 8 personas cada una. Eso fue un sábado por la tarde y la intención era llegar por la tarde, tomar algo, ir a cenar, tomar algo más y al día siguiente madrugar un poco (teníamos que dejar las habitaciones a las 10) y subirnos a correr por los Llanos del Hospital.
La parte de 'tomar algo' se nos complicó un poco, incluso la de cenar, porque antes de que nos sirviesen los bocadillos ya estábamos haciendo la ola y hasta la alcaldesa de Benasque nos tuvo que llamar la atención ... y no es coña!
No es que hubiese mucho ambiente festivo ese sábado pero no nos hizo mucha falta para pasarlo en grande, más bien parecía una fiesta privada porque en el último garito solo estaba el camarero y nosotros, eso sí bien 'animaos'. Cuando subíamos la cuesta que teníamos para volver al albergue (y vaya cuesta!), parecía que volvíamos de la guerra. El que menos iba haciendo 'eses' y mas de uno no hubiera llegado por su propio pie...
Serían más de las cuatro cuando me subí a la litera, no sin problemas, y cinco horas después ya estaba una 'chalada' tocando diana y saltando de litera en litera uffff No tuvimos más remedio que desayunar algo y subirnos para la nieve. Aunque a la tropa no se la veía muy motivada, ni muy ilusionada inicialmente, por los efectos de la famosa 'resaca', fue una experiencia muy bonita la de correr por la nieve y, unida a la 'tontera' que llevábamos encima, también muy divertida.
Para rematar la jornada, terminamos comiendo de picnic bajo el sol en el espectacular marco de los Llanos del Hospital (uno de los puntos de control de la Trail del Aneto). Una autentica gozada!

El buen rollo reinante en el grupo se plasmaba en que nos faltaban fines de semana para hacer todas las actividades y nos sobraban ideas y propuestas para volver a juntarnos. Por entonces, hice mi primera vía ferrata en Foradada de Toscar (con un guía de lujo), hice la ruta de las pasarelas del Congosto de Mont-rebei (con mi futura compañera de trails) que posteriormente me llevo de paseo por su querido León, hicimos una divertida visita (con cata incluida) y posterior comida organizada a una reputada bodega que cuenta con una fenomenal enóloga ... y así una tras otra.
Aparte de eso seguía disfrutando de mi familia y con mis amigos de siempre. Para la comunión de mi sobrino mayor (coincidiendo con el festival del Polifonik) organice una quedada de primos-hermanos en mi piso en la que lo pasamos genial, aunque al día siguiente las gafas de sol nos delataban. Y, poco después, asistí a una inolvidable fiesta ochentera (pre boda) en un entorno maravilloso, Liguerre de Cinca, junto a mis amigos de siempre, en la que iba discretamente disfrazado de chica 'punky'.

Y así podría contar una interminable lista de cenas, actividades, eventos y 'movidas' en las que me juntaba con gente cojonuda y disfrutaba de lo lindo... y mas teniendo en cuenta que unos meses atrás me iba a caminar por la sierra, cuando no tenia con quien quedar, reflexionando y meditando sobre lo que quería hacer con mi vida y, posiblemente, deseando que todos esos momentos y todas esas personas que estaban por llegar, llegaran lo antes posible.

Aunque en el blog deje de lado los temas profesionales, también trabajo y algunas temporadas con bastante intensidad. Hace poco leí de un amigo la frase 'Cada uno corre, como es' y creo que tiene toda la razón. Cada uno en su vida hace las cosas de la misma manera, de forma que el que se esfuerza para correr también lo hace en su trabajo, con sus amigos o con sus sobrinos. Mi manera de afrontar un proyecto en el curro es algo parecido a cuando afronto una trail: lo doy todo y no 'escatimo' en el esfuerzo ni un ápice, solo así se pueden conseguir según que cosas ... no hay otra explicación. Esto lo hago extensible al resto de mis compañeros, con los que hemos conseguido sacar adelante proyectos casi impensables.
Por lo 'especial' de la ocasión y por el momento de mi vida en que llegó, hay un proyecto laboral que sí quiero mencionar. A finales de abril me 'tocó', para lo bueno y para lo malo, ir a presentar un proyecto a Brasil, nada más y nada menos que a Rio de Janeiroooo! No fui de vacaciones, pero aún así ir una semana a Brasil con todos los gastos pagados es para sentirse afortunado. La responsabilidad también era muy grande y solo había dos opciones: que fuera todo perfecto o mejor que perfecto. Eso era lo principal y así fue.
Aparte de eso, con mi gran compañero (y amigo) de expedición tuvimos tiempo de disfrutar de algunos de los muchos encantos de Rio: el Pan de Azúcar, el Cristo Redentor, las playas de Ipanema y Copacabana... El trato recibido de nuestros homólogos brasileños fue exquisito y nos hicieron disfrutar de la estancia y sentirnos como en casa. Ademas, hice buenas migas con una brasileña muy simpática que también estaba pasando por un momento delicado de su vida y, antes de ese viaje, tome una de las mejores decisiones de mi vida: dejar el 'puto' tabaco.
En navidades ya le pedí a mi hermana que me regalara el famoso libro para dejar de fumar y hacia varios meses que lo tenia aparcado encima de la mesilla, pero sin abrir. Estaba buscando el momento adecuado para dejarlo y mas sabiendo que era algo que me afectaba muy negativamente en lo deportivo. La tarde previa a coger ese avión con destino a Rio fue el momento elegido (inconscientemente) para ello: antes de cenar me fume el ultimo cigarrillo del paquete y pense: 'tengo que bajar a comprar otro paquete para llevármelo ... o ¿me voy sin tabaco y a ver cuantos días aguanto?'. Desde ese día no he vuelto a fumar y, la verdad, lo he echado muy poco de menos. Ahora el libro sigue esperando ser leído en una estantería, en lugar de en la mesilla, y tengo curiosidad por saber que debía contar. Pienso que a mi me ayudo, aunque todavía este sin estrenar.

Como es de bien nacidos ser agradecido y había participado en muchas 'movidas' organizadas por los demás, me apetecía mucho organizar alguna actividad para disfrutar con el resto del grupo. Además, como la mayoría de integrantes son más de 'asfalto' que de 'montaña', también me apetecía acercarlos a mi terreno y organicé, en mi pueblo, en una jornada dominguera, una pequeña trail circular subiendo al Pico Buñero, por la mañana, y al mediodía una barbacoa en la bodega de Estadilla para reponer fuerzas y 'charrar' un rato.

A final de julio, se celebrada una nueva edición de la Trail del Aneto, en la que ya había participado el año anterior y me prometí a mi mismo que volvería. La vida da muchas vueltas y en un año cambian muchas cosas. Respecto al año anterior, había cambiado todo: el compañero de carrera, los compañeros de apartamento, las personas que me esperaban en la llegada, los compañeros de comida del día siguiente, mi preparación, mis pulmones, mi cabeza, yo y hasta la organización (que también la llevaba otra empresa) habia colaborado cambiado el recorrido, incluso el nombre: Ahora era Maratón de las Tucas, en lugar de Maratón del Aneto.
Bien de cabeza, bien de piernas, bien acompañado, bien motivado ... ese día me dicen de subir el Everest y me lo subo a la 'pata coja'. Fueron 42 km y 7 horas de esfuerzo, pero el tiempo se me paso volando. Llegue extenuado, casi muerto, y muy emocionado. Ese día yo creo que mi cuerpo segrego sustancias que no había conocido nunca. Después de cruzar la meta con mis sobrinos, casi no podía hablar, casi no podía pensar, casi no podía andar, pero me sentía muy bien... es difícil de explicar. Me sentía muy afortunado de estar rodeado a la vez de mi familia y mis amigos, unos de antes, otros de ahora ... y todos de después.
Como yo decía bromeando, si hubieran publicado la clasificación de corredores que habían progresado mas de una edicion a otra, me hubiera llevado el primer premio. Pasar en solo un año de estar entre los 100 últimos a casi entre los 100 primeros, en una carrera de cerca de cerda de 1000 participantes, me parece un avance bastante significativo. Concretamente quede en el puesto 111, que es un numero muy bonito o, al menos, a mi me lo parece. En ese momento me sentí mucho mas afortunado que si me tocara a la vez el premio gordo de la lotería de Navidad y la del Niño, pero la suerte no existe y la tiene que buscar cada uno. Si la buscas todos los días y a todas horas, tienes mas posibilidades de encontrarla.

Hacia mucho tiempo que no lloraba y que mis emociones estaban perdidas, o despistadas, o confundidas, no lo sé. Al día siguiente a esa carrera, no me pude contener y llore un buen rato, pero de alegría.

Superación ... bonita palabra.